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lunes, 1 de febrero de 2010

Relato de un suicidio...


Hoy desperté sin ánimos de nada,

me ví en el espejo y simplemente ví la misma imagen cansada de todos los días,

la misma sonrisa inerte que pereció en mi rostro ya hace rato,

camine rumbo al baño y todo parecia gris y visto como en camara lenta,

no tuve ánimos siquiera de lavarme la cara,

cuando llegué a la cocina lo único que encontré apetecible fué un trago de café,

y es lo único que me acompaña en este momento,

no se en que lapso de mi vida todo dejó de ser un dulce sueño para convertirse en esta horrible pesadilla; no se desde cuando perdí los ánimos o si alguna vez existieron en mi,

salí a la calle esperando encontrar una respuesta a mis tantas preguntas y tribulaciones,

no podía enfocar nisiquiera uno de los tantos coches que por poco y cumplian mi cometido,

solo seguí caminando y decidi volver a mi casa,

ahora lo único que me haría sentir menos indiferente seria un baño,

entre en mi regadera y abrí solo la llave del agua caliente,

deje que tocara mi espalda con sus millones de agujas afiladas,

recorrio también mi pecho y me dejo sentir su vapor hiriente,

pero que puede ser más hiriente que esta angustia que tengo en mi mente,

al momento de tomar la navaja para las piernas tuve un pensamiento,

que solo hizo que volcará en mi una acción,

deslice suavemente su filo por mis muñecas,

no obstante del flujo abundante de sangre que senti derramar,

lo deslice tambien por mi cuello,

en algún momento pense en parar y buscar ayuda,

pero luego retome el curso y pensé, para que volver al mismo camino ya recorrido por mas de mil veces,

hubo un momento en el cual no supe si mi pesadilla se volvia un sueño nuevamente,

senti una calma que hacia muchos ayeres no sentia,

mi corazón empezo una marcha cansada y forzada,

despues de sentir sus rapidos latidos, comencé a sentir su lento bum,

mis manos perdian fuerza y ganaban frio,

mis piernas ya no podian sostenerme en pie,

llego un momento en que ya ni mis ojos tenian la fuerza para abrirse o cerrarse...

y fué así que llego el final que tanto busqué...

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